Análisis de la lectura.
La mayoría de los autores sitúan el comienzo de la llamada modernidad entorno a la ilustración, en la que basa sus creencias en que es posible transformar la naturaleza y lograr el progreso social mediante el desarrollo del conocimiento científico y tecnológico y su aplicación racional a la vida económica y social; sin embargo hemos podido ver que no todo lo que se ha logrado ha sido en beneficio de la sociedad. Ya que en sus inicios los sistemas escolares modernos se enfocaron a satisfacer las necesidades fabriles. Estos sistemas de educación en masas se dirigían a una sociedad cada vez más masificada que con el paso del tiempo comenzaron a verse obsoletos, es decir que ya no eran los adecuados para una sociedad que imponía nuevas condiciones y premisas de la llamada modernidad.
Las escuelas como instituciones tuvieron que adaptarse a los cambios políticos y económicos de la llamada modernidad en relación a su organización interna o burocrática que con el paso del tiempo dejaron de satisfacer las necesidades académicas, personales y sociales de los alumnos y por otro lado el desarrollo profesional y de aprendizaje permanente de sus profesores.
Hacia los años 70´s comenzaron a haber indicios de que la era de la modernidad estaba llegando a su fin por los cambios económicos, políticos y de organización social, hacia lo que actualmente se denomina como: postmodernidad y, en relación a esto los docentes han tenido que adaptarse a los ambientes en los que podían desarrollarse con las limitadas oportunidades que les proporcionaban sus escuelas, y han sostenido una lucha constante para mantenerse y realizarse, y algunos otros en contra punto se opusieron al cambio reduciendo sus niveles de compromiso y de rendimiento en las aulas.
La crisis de la modernidad en lo financiero dio lugar a poderosos pretextos para hacer retroceder y reformar los sistemas educativos y de bienestar social sobre todo de las sociedades occidentales.
Posiblemente estemos al término de esta época en la cual se esté modificando su forma, renovándose y restaurándose con fachas postmodernas de accesibilidad y diversidad de la que para llegar a esto tendríamos que considerar otras perspectivas para adoptar una postura más crítica, abierta y amplia ante lo que hemos estado estudiando y ante nuestra forma de hacerlo. Giddens prefiere la expresión alta modernidad a postmodernidad ya que según él ahora nos encontramos en una fase más radical de la modernidad y no en algo completamente distinto, que puede considerarse una extensión e intensificación de las condiciones que la precedieron y no en algo profundamente nuevo, algunas de las características de la postmodernidad son por ejemplo: la información como se organiza de forma distinta, se procesa con mayor rapidez y tanto el acceso como la divulgación está más generalizada, repercutiendo en la vida económica y social, la cultura visual instantánea empieza a suplantar el discurso moral como a la reflexión estudiada y el debate público riguroso entre otros aspectos.
En relación a esto con la llamada globalización podemos ver la influencia y la interrelación que se va gestando en el mundo en la cual los cambio generados en la economía, en la política y en la sociedad se abren de manera casi instantánea ante los ojos de millones de espectadores que van conformando una nueva forma de convivencia, en la que las necesidades para satisfacer sus demandas exigen nuevas respuestas y algunas cada vez más complejas.